viernes, 16 de noviembre de 2007

Desvelada

Se cultiva la paciencia.
Se cultiva en silencio.
Se cultiva de noche.
No hay alegría para la tierra
sin cultivo.
Sólo tristeza.

jueves, 15 de noviembre de 2007

ALEGRE NOCTUA

DORADO COMO EL ORO,
EL ACEITE DIVINO NOS HABITA
SUS VIRTUDES CURAN NUESTRO CUERPO
SU SABOR NOS DULCIFICA EL ALMA
SU AROMA ILUMINA EL ESPIRITU
SU LUZ SECRETA NOS PURIFICA
Y NOS ALEGRA

jueves, 1 de noviembre de 2007

El amor que no muere



Una india macuxi huyó de la bonita maloca * del rio Surumu, con el hijo de un tuxana Taulipang.
Y nunca más se separaron.
Si él iba a pescar, ella iba también.
Si ella iba a bañarse, él iba también.
Si él iba a cazar, ella iba también.
Si ella iba al campo, él iba también.
Nueves meses después la india fue madre.
Pero el niño nació muerto y la india no conseguía levantarse ni andar.
Desde ese día no tuvo más fuerzas en las piernas para caminar
Entonces él comenzó a llevar a su amada a hombros a todas partes.
Un día fueron por el campo a comer mangaba y muruci.
El sol se fue. Vino la luna. Vino el sol. Después vino la luna. Y fue así durante muchos y más días.
Los dos amantes nunca volvieron.
Mucho después, donde encontraron el arco y las flechas del hombre; el tanga, los pendientes, y la pulsera de la india, creció un Tajá con un verde brillante desconocido.
Esa planta, que es el Tamba-Tajá, nacida del cuerpo de los indios amantes, tiene en las hojas una reproducción vegetal del sexo de la mujer y en el tallo está el del hombre.